Las consultas de revisión son el pilar sobre el que se asienta la atención. El seguimiento estrecho de cada caso, a lo largo del tiempo que dura el proceso, implica la reevaluación constante de distintos parámetros que resultan fundamentales para lograr un éxito terapéutico. Entre los más importantes se incluyen la evaluación de la seguridad y tolerabilidad del tratamiento, es decir, detectar de manera precoz posibles efectos secundarios que aparecen con el mismo, así como las actitudes y creencias personales que tiene la medicación sobre la vida de cada individuo. Además, resulta indispensable evaluar la eficacia del tratamiento, medida a través de los síntomas diana, que son aquellos síntomas que se presentan previamente al inicio del tratamiento y sobre los cuales pretendemos actuar. El propósito final pasa por lograr una recuperación funcional completa. Del mismo modo, la psicoterapia constituye un modelo de tratamiento mediante el cual se persigue lograr cambios en el pensamiento, en las emociones y en la conducta a través de distintas intervenciones. En la mayor parte de los casos, la psicoterapia resulta el elemento clave sobre el cual asienta el proceso terapéutico. En algunas ocasiones, esta psicoterapia debe complementarse también con tratamiento médico.